tisdag 4 mars 2008

Presidente Chávez: ¡Abra una oficina de información de las FARC en Caracas!

La muerte de Raúl Reyes es la derrota política de Uribe

POR DICK EMANUELSSON

CARACAS / Marzo 2 de 2008/ Mataron a Raúl Reyes y a los guerrilleros que eran su anillo de seguridad. Pero más que una victoria militar, el gobernante colombiano ha sufrido una tremenda derrota política. Con el bombardeo Uribe cree que puede erradicar las raíces del conflicto armado y social y cerrar los canales internacionales de la guerrilla. Para contrarrestar esa política de guerra el presidente Hugo Chávez debería permitir la apertura de una oficina de información de la guerrilla colombiana en Caracas. Seria además una decisión lógica ya que Chávez ya le otorgó el estatus de beligerancia a las FARC-EP y al ELN. Estos son los antecedentes que refuerzan la propuesta:

Toda la Comunidad Internacional está perpleja con la respuesta guerrerista de Uribe. Las FARC-EP, desde el mes de agosto del 2007, vienen trabajando con la senadora colombiana, Piedad Córdoba y el presidente venezolano, Hugo Chávez, para abrir puertas cerradas para la paz durante seis años de mandato de Álvaro Uribe. El miércoles pasado dio otro fruto a través de una segunda liberación unilateral de la guerrilla. En total han sido liberados cinco congresistas y un candidato a la vicepresidencia. La respuesta de Uribe fue el bombardeo del campamento de Raúl Reyes.

Entendemos que hay guerra, pero también en las guerras la política está por encima del factor militar. Y así reacciona el presidente Sarkozy, diplomático como han sido siempre los mandatarios franceses, pero rompió totalmente la regla entre los presidentes y denunció en un comunicado a Uribe por condenar a muerte a Ingrid Betancourt y en consecuencia a los 40 militares que la acompañan:

"La muerte de Luís Edgar Devia Silva, conocido como Raúl Reyes, el número dos del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se produce en un momento crucial en el que todo debía hacerse para respaldar la dinámica positiva que se había activado con la liberación unilateral de varios rehenes" [1].

Es decir; Sarkozy no entiende cómo Uribe responde con bombas a los gestos de paz de la guerrilla; lo cual puede impedir la liberación, no solamente de la colombo-francesa Ingrid Betancourt sino, sobre todo, de los 40 miembros de las fuerzas militares colombianas, quienes han sido capturados en combates con las FARC-EP.

Es más, según El Tiempo, diario y vocero de Uribe&Santos, con la muerte de Raúl Reyes se apaga también el único canal abierto a los países u organismos facilitadores en el tema de intercambio humanitario y a cualquier otro gesto por la paz:

"En fuentes diplomáticas hay preocupación porque la muerte de 'Reyes' afecte la búsqueda del acuerdo humanitario. Según supo ayer EL TIEMPO, 'Reyes' era el único contacto de los tres países amigos (Francia, España y Suiza) para avanzar en la búsqueda de esa posibilidad, encomendada por el gobierno de Uribe, como su única salida en esa dirección. Por ahora, la comunicación de los europeos con las FARC queda afectada de manera sensible",

[2] resume El Tiempo.

Y así es el mandatario colombiano. Uribe sigue consecuente con su política desde el primer día en que asumió la presidencia (el 7 de agosto del 2002): Cerrar para la guerrilla todas las puertas, oficinas, canales, espacios en donde se pudiera entablar contactos entre el estado colombiano, países amigos de la paz en Colombia y la misma insurgencia. Si no hay puertas para dirigirse para hablar de paz, si no hay puentes para facilitar y entablar el diálogo, entonces ¿cómo hacer la paz? ¿Cómo hacer el intercambio humanitario? ¿Cómo facilitar los contactos para la liberación de Ingrid Betancourt? ¿Cómo cree Uribe que sus soldados van a poder salir a la libertad después de más de diez años, si no hay contactos físicos entre las dos partes?

Uribe no quiere la paz, ya todo el mundo se ha dado cuenta de eso. Uribe no quiere ni siquiera escuchar la palabra "FARC-EP" y así se puede comprender la rabia de Uribe cuando llegó al palacio de Miraflores en Caracas Iván Márquez, comandante del Secretariado de la guerrilla y que junto con Chávez y la senadora Piedad Córdoba se sentaron para hablar del espinoso tema del intercambio humanitario, que ahora lleva el fruto de seis liberaciones unilaterales por parte de la guerrilla.

La foto con las tres personas claves en este tema fue demasiado para el gobernante colombiano que de un plumazo despidió a Chávez y Córdoba, aunque los familiares rogaban al presidente colombiano no hacerlo por que se dieron cuenta que las liberaciones de sus familiares serian mucho más complicadas.

Y a pesar del humillante tratamiento a Chávez por parte de Uribe, el mandatario venezolano no tiró la toalla a la cancha sino que siguió con la senadora Córdoba el proceso de apoyo y acompañamieno a las liberaciones unilaterales por la guerrilla. Pero dos días después,

Uribe responde a estas gestiones de voluntad de paz con bombas de clúster al campamento guerrillero. La primera patrulla del Ejército ecuatoriano que llegó al campamento encontró 15 guerrilleros muertos en sus piyamas, según el presidente Correa en su declaración en la noche del sábado. Uribe no sólo fue condenado por Sarkozy, Chávez y Correa sino por todos los demócratas colombianos. También quedó otra vez como un gran mentiroso, ya que defendió la acción de guerra contra el pueblo del vecino país con el argumento que los batallones de la contraguerrilla habrían sido atacados del otro lado del río fronterizo. Todo el mundo con un mínimo de conocimiento sobre el conflicto armado, sabe que el anillo de la seguridad de los comandantes guerrilleros nunca entra en confrontación armada con el enemigo para no alertarlo; justamente, por que la tarea es proteger el comandante.

URIBE VIVE EN un mundo obsesionado. Se le sale el odio de clase cuando habla sobre los hombres y mujeres que no se dejaron matar por los subalternos de Uribe: Sus amigos en Ralito, centro de reclusión de los jefes paramilitares que, facilitado por la Ley de la Impunidad, mal llamada "Ley de Justicia", el próximo año salen a la libertad y tranquilamente pueden vivir sus vidas en el lujo, dueños de cinco millones de hectáreas, robados a cuatro millones de campesinos desplazados y disfrutar de las guacas llenas de millardos de dólares, producto del narcotráfico. Ahí puede organizar una Junta de Vecinos Uribe y el jefe de los matones, el narcoparaco Salvatore Mancuso, ya que son vecinos en el departamento de Córdoba y poseen miles de hectáreas de la mejor tierra cultivable o para ganado, robada también a los campesinos que hoy ambulan y viven en los cinturones de miseria de las principales ciudades.

Cree Uribe y El Tiempo, que con la muerte de Raúl Reyes las FARC se van a desmoralizar y desplomar. Otra vez se equivocan. Tanto las FARC como el ELN han sido golpeados militarmente mucho más duro que la bomba que mató a Reyes. El Tiempo especula, como si fuera un agente de la inteligencia militar usando el manual de guerra psicológica, diciendo que hay divisiones entres alas políticas, militaristas y moderadas dentro de las FARC.

¡Pura paja! Como dice el colombiano común. Las FARC se basan en principios políticos, ya que es un movimiento político-militar. Y de igual manera como fallaron las especulaciones sobre la muerte del legendario Fidel, porque no aceptaba más tareas del estado y del partido, las especulaciones acerca de una pronta muerte de las FARC se caerán por su propio peso.

Por que la lucha en Colombia no termina, como desea el editorial de El Tiempo, el 1° de marzo. El diario del ministro de guerra, Juan Manuel Santos y su primos, el vicepresidente Francisco Santos, verdaderos instigadores de golpes de estado y de creación de grupos paramilitares respectivamente, según el máximo jefe de los matones, Salvatore Mancuso. Y esa incuestionable verdad hace temblar al poder en su euforia que vive en este momento.

Reflexiones personales de Raúl Reyes y las consecuencias de su muerte para el futuro de las FARC-EP

POR DICK EMANUELSSON

CARACAS / Marzo 2 de 2008 / Con la muerte de Raúl Reyes el gobierno y los medios de comunicación de Uribe en Colombia creen que la guerrilla entrará en una crisis profunda y que hasta va a dividirse. Pero se equivocan. Los guerrilleros no han entrado a un movimiento político-militar para rendirse en la primera falla militar. Es la experiencia mía como periodista después de cubrir el país y su conflicto social y armado durante casi 30 años.

La primera vez que entrevisté a Raúl Reyes fue en Casa Verde, en marzode 1988, durante la Segunda Cumbre de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. Reinaba el proceso de paz por la firma del "Acuerdo de cese de fuego" de mayo de 1984, firmado entre el presidente conservador Belisario Betancourt y el Secretariado de las FARC. Me impresionó su calma y su sencilla pedagogía, explicando el complicadísimo conflicto colombiano.

El forjado dirigente sindical de la fábrica de Nestlé en Neiva, entonces miembro del Partido Comunista Colombiano (PCC), se incorporó a la guerrilla el 1982 y fue miembro del Secretariado unos años después. El 9 de diciembre del 1990, el presidente César Gaviria ordenó, en pleno proceso de paz y en el mismo día de las elecciones a la Constituyente, bombardear a la base central guerrillera con la ilusión de que con el desplome de la Unión Soviética también la guerrilla colombiana se iba a desmoralizar y caer como una casa de naipes. ¡Qué mal cálculo!

FUERON DIEZ AÑOS en donde murieron en vano por este conflicto, decenas de miles de colombianos bajo la absurda ilusión del Estado colombiano de obtener una victoria militar. Pero, como decía el senador comunista, Manuel Cepeda, en el sepelio de José Antequera, vicepresidente de la Unión Patriótica y Secretario General de las Juventudes Comunistas, asesinado el 4 de marzo del 1989: "Este pueblo admirable y heroico ha creado guerrillas invencibles". El senador comunista siguió la herencia política del legendario líder comunista Gilberto Vieira y defendió en el XV Congreso del PCC la tesis de "Combinar todas las formas de luchas de masas" para construir una Nueva Colombia de Justicia y Paz, en confrontación a los oportunistas tanto adentro como de las columnas del diario de la oligarca, El Tiempo. Pero el XV Congreso de los comunistas defendió la consigna de la realidad colombiana.

Pasaron diez años y nuevamente me encontré en 1998 en el sur de Colombia con el comandante Reyes, tomando el pulso sobre los primeros encuentros que la guerrilla había tenido con el presidente Andrés Pastrana y en donde se iba a crear las condiciones por unas negociaciones políticas por la paz que comenzaron a principio del 1999.

LA AGENDA COMÚN para la construcción de la Nueva Colombia de doce puntos fue sistemáticamente saboteada por todo el aparato militarista, y ahí está incluidos sobre todo los medios de comunicaciones de la oligarquía, porque no se atrevieron discutir las raíces del conflicto armado y social en Colombia. Lograron otra vez ahogar al país en sangre, rompiendo el proceso e iniciar el Plan Colombia, ya que detrás de las negociaciones se estaban armando el ejercito más grande de América Latina según el "Plan B".

Raúl Reyes y el Secretariado sabían de la naturaleza guerrerista de esta oligarquía colombiana y cuando asumió la presidencia Uribe, sabían que venia la GUERRA TOTAL.

Y fue en ese clima de guerra y bajo el Plan Patriota, dirigido por 2 mil asesores militares estadounidenses y un ejército y policía con 400 mil miembros, que encontré a Raúl Reyes en abril de 2005, cerca al lugar del bombardeo. Conocí a los guerrilleros de su anillo de seguridad; la negra hermosa Susana, la flaquita y calmada pero tan conciente desde el punto de vista político Catherine Millar. Las dos mujeres daban clases de todo tipo; historia y papel político de Simón Bolívar, sobre el Partido Comunista Clandestino Colombiano (PCCC) o el Movimiento Bolivariano. Todos los días los guerrilleros se dedicaban a estudios políticos y tareas actuales en Colombia.

Entrevisté no solamente a Reyes sino a tres guerrilleras sobre sus vidas, ¿preguntando el cómo y el por qué se incorporaron al movimiento guerrillero y cuáles eran sus sueños personales en el futuro? Les pregunté sobre las constantes acusaciones de los medios colombianos e internacionales acerca de supuestos abusos sexuales hacia la mujer guerrillera y la veracidad de ello. Rechazaron con dignidad esas acusaciones y las calificaron como un insulto y parte de la guerra psicológica. Sin embargo, si un guerrillero varón es encontrado culpable por una violación puede ser fusilado, me decian.

HACE POCO SALÍA una noticia de que el comandante Raúl Reyes tenía un harem de niñas de 9 años de las que abusaba sexualmente. Y como El Tiempo es el vocero de esta guerra psicológica, ni siquiera se evita de publicar que "Fuentes de inteligencia aseguraron que en el campamento murió una joven guerrillera que se había convertido en su pareja en los últimos meses".

El dato no solamente es una de tantas mentiras descaradas, ya que el comandante tenía su esposa al lado cuando murió por la bomba, la camarada ´Liliana Marín´, radioperadora y guerrillera desde la época de Casa Verde en La Uribe.

Es una prostitución del periodismo a un nivel tan primitivo que ni siquiera en países de años de guerra aparece semejante mentiras y ahora entiendo las palabras de Manuel Marulanda durante el proceso de Caguán cuando senalaba que "los medios tienen una deudita con nosotros".

Pero El Tiempo asesina definitivamente todos los principios cuando publica. Las fotos del cadáver de Raúl Reyes aparece en una "Fotogalería", como si fuera una exposición de farándula o una pasarela de moda. La actitud de El Tiempo es macabra. Y por la ironía de la vida, el director de El Tiempo, Enrique Santos Calderón, hermano del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, era presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa – SIP- el año 2002, órgano de los dueños de los medios masivos en el continente americano, conocidos por su anticomunismo y odio contra Cuba socialista y Venezuela Bolivariana. Actualmente el señor Santos Calderón es vicepresidente de la SIP y presidente de su Comisión de Impunidad (¡Sic!).

EN OTRO CAMPAMENTO guerrillero que visité en abril del 2005, me encontré con Lucero Palmera, guerrillera desde los 15 años y esposa y camarada de Simón Trinidad. Fue capturada junto con él y su hija de 12 años en Quito. Trinidad fue inmediatamente extraditado a Colombia por el "mejor amigo de Bush", Lucio Gutiérrez. Lucero y la hija aprovecharon la confusión acerca de su nombre ya que no había una orden de captura y buscaron el otro día de la captura la trocha para el regreso al Bloque Sur de las FARC-EP y a su familia guerrillera.

El 31 de diciembre del 2004 fue extraditado Simon Trinidad a Estados Unidos como una venganza cruel de Uribe. Habia propuesto al Secretariado que liberaría a Trinidad a cambio de que las FARC liberaran a todos los prisioneros de guerra. Por supuesto que Uribe sabía la respuesta de las FARC de antemano. Y pregunté a Lucero, esa mujer con la sonrisa constante y el optimismo que la caracteriza:

¿Qué sentiste tú y cómo reaccionaron los guerrilleros el día 31 de diciembre del año pasado (2004) cuando fue oficializada la decisión de Uribe de extraditar a los EE.UU. a Simón Trinidad, un hecho que mostraron prácticamente todo ese día en los noticieros? ¿Cómo fue la reacción de los guerrilleros en tu campamento?

– Rabia, indignación, sobresalió el odio de clase, Uribe lo que quiso hacer con eso fue como rebajarle la moral a los guerrilleros. Era un 31 de diciembre que para la mayoría de los guerrilleros y para el pueblo colombiano, es una fecha especial. Cuando dieron la noticia, en el caso mío especialmente; fue muy doloroso y todas esas cosas, pero más que eso, por encima de eso, era la indignación. Ver en la práctica una experiencia que nunca a los guerrilleros y a las masas se les va a olvidar, lo que es lo indigno de un gobierno que esta arrodillado a los intereses del imperialismo norteamericano. La manera tan baja, la manera tan indignante, la manera tan cínica con la que se da eso.

– Uno, cuando ve esas imágenes todavía, esas donde Simón aparece desarmado con las manos esposadas y con soldados armados hasta la coronilla con miras infrarrojas, con fusiles, con cananas, con chalecos antibalas agarrando a Simón que está prisionero, que está con las manos esposadas, pero que aún así en medio de esa situación se está haciendo sentir como revolucionario, uno no siente sino rabia Y ESE FUE EL SENTIMIENTO GENERALIZADO DE TODOS LOS GUERRILLEROS QUE COMPARTÍAN CONMIGO EL CAMPAMENTO, donde nosotros vimos ese 31 de diciembre a las 12 del día la noticia de que Simón iba a ser extraditado a los EE.UU.

El odio de clase salió a flote, o sea; para esta generación de guerrilleros que vimos eso, pienso que Uribe encontró y ocasionó un sentimiento distinto al que el quería que nosotros tuviéramos.

¿No se desmoralizaron entonces?

¡Por el contrario!, nuestra moral revolucionaria se fortaleció.

Decía Lucero Palmera y confirmó su compromiso revolucionario ante las tareas de construir una Nueva Colombia.

EL TIEMPO, EN SU editorial el 1 de marzo, dice:

"El operativo -adelantado conjuntamente por el Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía- es uno de los más significativos éxitos de las Fuerzas Armadas y de la política de seguridad democrática del gobierno Uribe".

Es cierto que el operativo fue excelente de punto de vista militar. Fue una dura lección para la guerrilla que tendrá que analizar esa modalidad de las FF.MM. colombianas de usar cada vez más la aviación y la inteligencia. Y esa fue una de las preguntas que le hice al comandante Raúl Reyes el 2005 acerca las nuevas armas sofisticadas entregadas por los Estados Unidos; ¿Qué hace la guerrilla para evitar ser vulnerable? Y Reyes tranquilamente comentó, que la guerrilla estó en constante movimiento, que permanentemente analiza la actuación de las FF.MM. y se adapta de esa nueva situación. Por eso los Planes Colombia, Patriota, Consolidación o Victoria hasta ahora no ha tenido más éxitos que los de los bombardeos de algunos campamentos donde han caído algunos comandantes importantes.

PERO, Y ESO ES NOTORIO, el ejército colombiano es como el norteamericano, sueltan alfombras de bombas y después que se ha despejado las nubes se atreven a entrar los soldados profesionales. Pero en el combate, en el campo de batalla, los soldados se quedan cortos y lo saben. Por que la guerra no es de ellos, la guerra es de la oligarquía, los dueños de El Tiempo, Bavaria y las millones de hectáreas robadas a los campesinos colombianos, el futuro robado a los millones de colombianos que han visto sus seres queridos masacrados por un Estado Terrorista.

Uribe, Santos, y esa banda de asesinos tendrán un día que pagar por sus crímenes de lesa humanidad en la misma manera como está pagando ahora Fujimori en el Perú. Creen que con las bombas podrán erradicar las raíces del conflicto colombiano, pero, una vez más, retomo a Manuel Cepeda: "Este pueblo admirable y heroico que ha creado guerrillas invencibles". Y este pueblo colombiano sabrá superar el duro momento cuando ha caído en la lucha un hombre que comenzó en la fábrica de Nestlé y murió en la selva pero que será recordado como un hombre de la Nueva Colombia.