POR DICK EMANUELSSON
CARACAS / Marzo 2 de 2008/ Mataron a Raúl Reyes y a los guerrilleros que eran su anillo de seguridad. Pero más que una victoria militar, el gobernante colombiano ha sufrido una tremenda derrota política. Con el bombardeo Uribe cree que puede erradicar las raíces del conflicto armado y social y cerrar los canales internacionales de la guerrilla. Para contrarrestar esa política de guerra el presidente Hugo Chávez debería permitir la apertura de una oficina de información de la guerrilla colombiana en Caracas. Seria además una decisión lógica ya que Chávez ya le otorgó el estatus de beligerancia a las FARC-EP y al ELN. Estos son los antecedentes que refuerzan la propuesta:
Toda
Entendemos que hay guerra, pero también en las guerras la política está por encima del factor militar. Y así reacciona el presidente Sarkozy, diplomático como han sido siempre los mandatarios franceses, pero rompió totalmente la regla entre los presidentes y denunció en un comunicado a Uribe por condenar a muerte a Ingrid Betancourt y en consecuencia a los 40 militares que la acompañan:
"La muerte de Luís Edgar Devia Silva, conocido como Raúl Reyes, el número dos del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se produce en un momento crucial en el que todo debía hacerse para respaldar la dinámica positiva que se había activado con la liberación unilateral de varios rehenes" [1].
Es decir; Sarkozy no entiende cómo Uribe responde con bombas a los gestos de paz de la guerrilla; lo cual puede impedir la liberación, no solamente de la colombo-francesa Ingrid Betancourt sino, sobre todo, de los 40 miembros de las fuerzas militares colombianas, quienes han sido capturados en combates con las FARC-EP.
Es más, según El Tiempo, diario y vocero de Uribe&Santos, con la muerte de Raúl Reyes se apaga también el único canal abierto a los países u organismos facilitadores en el tema de intercambio humanitario y a cualquier otro gesto por la paz:
"En fuentes diplomáticas hay preocupación porque la muerte de 'Reyes' afecte la búsqueda del acuerdo humanitario. Según supo ayer EL TIEMPO, 'Reyes' era el único contacto de los tres países amigos (Francia, España y Suiza) para avanzar en la búsqueda de esa posibilidad, encomendada por el gobierno de Uribe, como su única salida en esa dirección. Por ahora, la comunicación de los europeos con las FARC queda afectada de manera sensible",
[2] resume El Tiempo.
Y así es el mandatario colombiano. Uribe sigue consecuente con su política desde el primer día en que asumió la presidencia (el 7 de agosto del 2002): Cerrar para la guerrilla todas las puertas, oficinas, canales, espacios en donde se pudiera entablar contactos entre el estado colombiano, países amigos de la paz en Colombia y la misma insurgencia. Si no hay puertas para dirigirse para hablar de paz, si no hay puentes para facilitar y entablar el diálogo, entonces ¿cómo hacer la paz? ¿Cómo hacer el intercambio humanitario? ¿Cómo facilitar los contactos para la liberación de Ingrid Betancourt? ¿Cómo cree Uribe que sus soldados van a poder salir a la libertad después de más de diez años, si no hay contactos físicos entre las dos partes?
Uribe no quiere la paz, ya todo el mundo se ha dado cuenta de eso. Uribe no quiere ni siquiera escuchar la palabra "FARC-EP" y así se puede comprender la rabia de Uribe cuando llegó al palacio de Miraflores en Caracas Iván Márquez, comandante del Secretariado de la guerrilla y que junto con Chávez y la senadora Piedad Córdoba se sentaron para hablar del espinoso tema del intercambio humanitario, que ahora lleva el fruto de seis liberaciones unilaterales por parte de la guerrilla.
La foto con las tres personas claves en este tema fue demasiado para el gobernante colombiano que de un plumazo despidió a Chávez y Córdoba, aunque los familiares rogaban al presidente colombiano no hacerlo por que se dieron cuenta que las liberaciones de sus familiares serian mucho más complicadas.
Y a pesar del humillante tratamiento a Chávez por parte de Uribe, el mandatario venezolano no tiró la toalla a la cancha sino que siguió con la senadora Córdoba el proceso de apoyo y acompañamieno a las liberaciones unilaterales por la guerrilla. Pero dos días después,
Uribe responde a estas gestiones de voluntad de paz con bombas de clúster al campamento guerrillero. La primera patrulla del Ejército ecuatoriano que llegó al campamento encontró 15 guerrilleros muertos en sus piyamas, según el presidente Correa en su declaración en la noche del sábado. Uribe no sólo fue condenado por Sarkozy, Chávez y Correa sino por todos los demócratas colombianos. También quedó otra vez como un gran mentiroso, ya que defendió la acción de guerra contra el pueblo del vecino país con el argumento que los batallones de la contraguerrilla habrían sido atacados del otro lado del río fronterizo. Todo el mundo con un mínimo de conocimiento sobre el conflicto armado, sabe que el anillo de la seguridad de los comandantes guerrilleros nunca entra en confrontación armada con el enemigo para no alertarlo; justamente, por que la tarea es proteger el comandante.
URIBE VIVE EN un mundo obsesionado. Se le sale el odio de clase cuando habla sobre los hombres y mujeres que no se dejaron matar por los subalternos de Uribe: Sus amigos en Ralito, centro de reclusión de los jefes paramilitares que, facilitado por
Cree Uribe y El Tiempo, que con la muerte de Raúl Reyes las FARC se van a desmoralizar y desplomar. Otra vez se equivocan. Tanto las FARC como el ELN han sido golpeados militarmente mucho más duro que la bomba que mató a Reyes. El Tiempo especula, como si fuera un agente de la inteligencia militar usando el manual de guerra psicológica, diciendo que hay divisiones entres alas políticas, militaristas y moderadas dentro de las FARC.
¡Pura paja! Como dice el colombiano común. Las FARC se basan en principios políticos, ya que es un movimiento político-militar. Y de igual manera como fallaron las especulaciones sobre la muerte del legendario Fidel, porque no aceptaba más tareas del estado y del partido, las especulaciones acerca de una pronta muerte de las FARC se caerán por su propio peso.
Por que la lucha en Colombia no termina, como desea el editorial de El Tiempo, el 1° de marzo. El diario del ministro de guerra, Juan Manuel Santos y su primos, el vicepresidente Francisco Santos, verdaderos instigadores de golpes de estado y de creación de grupos paramilitares respectivamente, según el máximo jefe de los matones, Salvatore Mancuso. Y esa incuestionable verdad hace temblar al poder en su euforia que vive en este momento.