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| CAMPESINOS de SUMAPAZ en 3500 metros de altura en la Cordillera Central de los Andes. Es una tierra legendaria en la lucha por la reforma agraria en contra el latifundismo oligárquico. |
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“Nos
desnudaron en tormenta de nieve en cuatro mil metros de altura”
Los campesinos de Sumapaz
denuncian tortura psicológica y graves atropellos de las Fuerzas Militares
colombianas.
AUDIO (27 min.): http://www.box.com/s/vpx609uhbopvurqsb0uo
Por Dick Emanuelsson
SAN JUAN DE SUMAPAZ/030619/ Los testimonios de los campesinos y hasta un
niño de solo 6 años, cuentan sobre graves violaciones de los derechos humanos.
Son preparativos para fusilamientos donde la víctima espera al lado la tumba
cavada. O como son obligados de desnudarse en la altura de cuatro mil metros en
la cordillera central de los Andes. Es, como dijo un campesino, “como en la
época nazi, cuando los judíos fueron preparados para ser trasladados a los
campamentos de concentración.
Este tipo de testimonio es muy escasez en la
“gran prensa”. Al contrario, lo que pude escuchar sobre San Juan de Sumapaz en
los artículos, reportajes y crónicas en periódicos como El Tiempo o la
televisión, son “maravillas”, donde la población vive feliz con los militares y
que colabora íntimamente con los uniformados para acabar con la insurgencia.
Pero no, entre los campesinos hay temor y mucha
preocupación, por que son víctimas de un conflicto armado entre la guerrilla y
el estado, o, como dicen, “somos campesinos que queremos trabajar.”
Cinco
frentes guerrilleros
Llegan de varias veredas, caminando, algunos,
por varias horas para dar su testimonio al corresponsal extranjero. Quieren que
los hostigamientos y agresiones por parte de hombres de las Brigada 13,
Contraguerrilla Móvil Número Uno, Fuerzas Especiales y la Fuerza de Despliegue
Rápido (Fudra), terminen.
Estas fuerzas militares están en permanente
confrontación con la guerrilla de las Farc, constituidas principalmente de los
cinco frentes guerrilleros 51, 52, 55 y las comisiones “Che Guevara” y “Abelardo
Romero”.
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| El autor con dos habitantes del párramo de Sumapaz. Foto: Claudia Meza. |
Los campesinos tienen sus caras quemadas por el
sol, que en esta altura es cruel con la piel. Llevan botas de caucho, que a
veces es un peligro por que es sinónimo de ser guerrillero. En los retenes
militares, muchas veces los campesinos
tienen que sacarse las botas o los zapatos para mostrar que sus piernas no
tiene el “anillo” que deja la orilla de la manga de la bota en la piel de la
pierna, muy normal en los guerrilleros.
Hasta ahora no ha sido asesinado algún
campesino, pero hay mucho temor de desaparecer en cualquier momento. El hijo
del campesino José fue detenido por el ejercito a principio de junio.
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| Un aviso para que la población de información sobre el paradero del comandante del Frente 51, Byron. |
– Él y otro muchacho fueron amarrados por la
espalda. Les tendieron un plástico en el suelo donde quedaron acostados dos
noches en ese frío tan terrible.
* ¿Cuál fue la razón por la
detención?
– Por que son corrompidos! Salieron a trabajar
a una otra vereda y fueron denunciados de tener contactos con la guerrilla.
“Por que iban a esa hora”? al medio día, les preguntaron.
“Nos
mandaron a desnudar”
Los dos campesinos jóvenes fueron ordenados de
informar al ejercito sobre ubicaciones guerrilleras, pero, como respondieron
que no sabía de eso, tampoco pudieron dar la información requerida.
El 1 de junio se dirigieron al páramo dos
campesinos y un primo, de solamente seis años, para recoger el ganado. A las 11
de la mañana fueron detenidos por un oficial del ejercito. Estaba nevando y
también lloviendo en un clima muy variado, que es lo característico en el
páramo y sus 4.000 metros de altura.
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| En la noche la temperatura es congeladora y ahí fueron desnudados los campesinos por la tropas del ejército, acusados de ser guerrilleros. |
Wilford, de 20 años y otro campesino, que no
quiere decir su nombre por miedo, me relatan:
– Nos quitaron los documentos y nos mandaron a
sacarnos las botas. Nos preguntaron si
éramos auxiliadores a la guerrilla. Nosotros decimos que somos campesinos trabajadores, no tenemos nada que
ver con la guerrilla.
·
¿Y
que hicieron más?
– Nos trasladaron más arriba y en ese momento llegó
otro oficial y nos puso a averiguar. Nos apartaron uno al otro e investigaron,
ya visto que nosotros no dábamos información de nada, nos mandaron a desnudar
en el pleno frío y agua en el páramo.
- ¿Totalmente desnudos?
– ¡Totalmente desnudos así una media hora!
·
¿Que
pasó con el niño ante ese hecho?
– Lo apartaron y le hicieron preguntas al niño.
·
¿Qué
otros tipos de pregunta les hicieron?
– Nos preguntaron sobre la ubicación de la guerrilla y
insistían que nosotros teníamos saber donde estaba la insurgencia y le
contestamos que realmente no sabíamos donde tendrían su campamento, que éramos
campesinos.
– Me llevaron más arriba todavía y me sentaron encima de
una piedra donde duré una hora más, pero ahora con la ropa puesta.
·
¿No
explicaron por qué les desnudaron?
– Fue una tortura psicológica, dice el campesino tímido-
o diplomáticamente.
·
Uds.
son de la vereda San Antonio, ¿siempre ha sido así el trato?
– No, es en el último tiempo. Antes, cuando han venido,
no han tenido ese trato con la población civil. Ahora nos tratan como
“auxiliadores de la guerrilla”.
·
¿Han
hecho intentos de reclutar a los jóvenes como “Soldados Campesinos”? pregunto a
Wilford, de 20 años.
– No, no han reclutado muchachos campesinos en nuestra
vereda. Pero preguntan si, si uno quiere prestar servicio.
·
¿Uds.
sienten que es una insinuación de que deben hacerlo?
– Eso si, si quiere ir o quiere seguir trabajando.
·
Por
que la edad entre 15-25 años es una edad donde algunos ven a Uds. como
presuntos guerrilleros, ya que es una “”zona roja”.
– Si, nos ven a uno a través sus preguntas si uno
colabora con la guerrilla.
·
¿Había
mucha tropa el día en el páramo?
– Si, había harta, 100-150 soldados.
Interrogado
a los 6 años por los soldados. . .
Harryson tiene
seis años y acompañó a su tío y dos primos ese día en el páramo. Es un muchacho
despierto con ojos que observa todo.
·
¿Qué
pasó ese día en el páramo, Harryson, cuando los soldados te apartaron al lado
de tus familiares?
– Me dijeron si “los primos se visten como nosotros”, y
dije no. Me preguntaron si había visto a la guerrilla y les dije no. Y
siguieron preguntando si yo “había visto alguien como nosotros”, y dije no
también.
·
¿Y
que pasó después?
– Me llevaron al campamento y me dieron una sopa de
lentejas y una Colombina (gaseosa).
·
¿Estabas
asustado?
Y se mueve la cabeza confirmando y respira profundo.
·
¿Viste
que desnudaron a tu tío y los primos?
– Si, pero cuando los desnudaron me llevaron al
campamento, dice y agrega, que de todas maneras no ha tenido pesadillas.
Aguantando
hambre y frío
Alirio
Patiño, un bogotano
que se fue para a Suimapaz a trabajar con la famila por el problema del
desempleo en la capital. Y consiguió trabajo en una finca donde es encargado
del ganado del finquero. Tiene dos hijos y uno de ellos también se encontraba
en el páramo ese día fatal.
Esta preocupado, por que ha sido detenido y requisado
varias veces en distintos lugares de Sumapaz, ya que tiene que movilizarse por
el trabajo del ganado. Los militares comienzan a sospecharlo por ser
guerrillero.
– Fue detenido el 2 de Mayo por unos 40 soldados cuando
salí a buscar un ganado. Les dije que no tenía problema con nadie y que me
detuvieron un viernes hasta el sábado, aguantando hambre y frío. No somos
guerrilleros sino cultivamos papas.
·
¿Cómo
es el trato?
– Es bueno de algunos, pero otros le trata a uno con
palabras groseras como “viejo gonorrea”, cuando uno se presenta como campesino.
Salí libre a las 6 de la mañana el sábado y volvieron a bajar por la casa el
lunes, volvieron a preguntar sobre la guerrilla. Un señor se puso todo bravo y
otra vez me decían “Viejo gonorrea”.
– El 20 de mayo, cuando estaba trabajando con el
tractor en otra vereda, llegó la misma tropa que me reconocieron y otra vez la
misma grosera. Decían que me encontraban en cada parte y lo mejor sería darme
un fusil y uniforme para pelear. Mi hijo anduvo detrás el tractor y un señor
militar de color negro decía que mi hijo era que “manejaba el M60” (una
ametralladora), un “pelado” de 15 años. Se despidieron con las palabras que
dijera “a los triple hijos de putas (a los guerrilleros) muchos saludos”.
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| SOLDADOS de la Contraguerrilla, acusados de cometer masacres a la población civil. |
Tortura
psicológica
El señor Patiño exige que el trato debe ser más
correcto y teme que en cualquier momento, puede desaparecer.
– La tortura psicológica que esa gente da es tenaz. Yo
duré 15 días que no pude dormir, solo pensar que de repente viniera. . .
Hace mes y medio no se atreve de salir al páramo a
buscar el ganado y no sabe si esta muerto o vivo por el temor de cruzar en el
mismo camino como los militares.
Militares
pinta la signa de la “AUC”
Graciliano
es otro
campesino que ha sido víctima por los atropellos de la fuerza pública en
Sumapaz.
– No se atreve de salir uno a trabajar como campesino
con sus animales. Le tratan a uno peor que al guerrillero, por que al
guerrillero le tienen respeto, pues, me imagino que debe ser por el fusil. Pero
ser campesino para ellos es ser guerrillero.
Cuando Graciliano venia de Bogota después de haber
comprado mercancías, no lo dejaron pasar por el retén, lo trataron de
guerrillero y tuvo que regresar a Bogota.
·
¿Han
aparecido graffiti hechos por los paramilitares con la signa de la “AUC”?
– Son los mismos militares que los han pintado por que
los he visto hacerlo, pero ellos dicen no fueron ellos.
·
¿Pero
no hay reportes sobre presencia paramilitar en esta zona?
– De pronto vienen con el ejercito. A veces pasa la
guerrilla y uno de repente habla con uno, pero son más suaves con uno, no nos
tratan mal, no nos amenazan.
Cavada
la tumba
– Con mi vecino pasó que fue detenido también por la
tropa. Cada rato les decían que lo iban a soltar, era como darle contentillo.
Pero mandaron unos soldados para que hicieran un hueco grande y cuando estaba
hecho, les preguntaron al otro soldado; ¿“será que caben dos?” con palabras
vulgares. El otro soldado dijo que si. Era una tumba. Supuestamente los iban a
matar.
El vecino, amarrado y muerto de miedo por la suerte,
estaba seguro, según Graciliano, que iba a ser enterrado ese día. Pero no.
Estando al lado la tumba cavada, llegó un soldado con un balde y echó, la
basura, a la tumba.







